Thursday, April 17, 2008

BATALLAR CON IDEAS
No cabe duda que el único enemigo que tiene Cuba es el exilio. No voy a cuestionar razones, porque en la medida que he ido "creciendo" he arribado a conclusiones que antes no tenía. Hoy puedo ver que hay razones en la Isla, como hay razones en el exilio.
Lo que más me interesa es ver la realidad de hoy en día, la viabilidad de que una acción pueda llevarse a témino, no importa si es justa o no, porque creo que hay tantos fiscales como defensores.
Batallar por ideas dentro de Cuba cada día se convierte en un procedimiento más arcaico, al cual cada vez menos personas están interesadas. En la medida que transcurre el tiempo y no hay un desenlace, esas ideas tienen menos impacto.
Estas batallas son producidas por un señor que fue Comandante en Jefe, y hoy no puede menos que usar un ligero espacio, ya no en titulares de 72 puntos, sino en un pequeña urna que guarda un vínculo con el pasado revolucionario de línea dura. Por esta vía vemos a un historiador llamándole Convaleciente y en el país transcurren medidas y criterios que nunca hubieran aflorado con un Comandante vestido de verde olivo y botas militares. Fidel no es el jefe respetado de antes, hoy sólo es un símbolo, un estandarte, un moribundo que no acaba de definir una posición, un reflejo de la inmovilidad, un estático. La doble referencial del Comandante hoy es el freno de cualquier posible mejora para quienes esperan aunque sea un grano de arroz más en la mesa. Es además un estorbo político para la nueva y añeja estructura de poder en Cuba.
La sucesión en Cuba es un hecho, así estaba planeada y así fue. Entre especulaciones e intrigas raulistas y fidelistas, la ascención formal al poder transcurrió demasiada tranquila, con una población reclamando calladamente por alguna medida que aunque tímida, echara algo adelante el inmovilismo gubernamental. Con funcionarios del grupo de apoyo haciendo de enfermeros y mensajeros de ciertas notas que de tarde en tarde pregonan que el enfermo sigue enfermo. Lo que no sabemos, porque es secreto, son los chismes de palacio. Pero si podemos "leer" mediante la crónica diaria, en ese día a día que nos muestra cómo va la "bolsa" en Cuba y algunos quizás puedan sacar pronósticos de qué pasará mañana hilvanando noticias y rumores.
Siempre hice mucho caso a la llamada Espectativa, la espectativa que supuestamente Raúl tendría que cumplir después de la toma de poder.
Raúl es un lider muy diferente a su hermano. De hecho es un hombre de familia, en cierta forma sentimental, más auténtico, menos emblemático, sin los brotes narcisistas del hermano, menos paranoico, más realista, un tipo con amigos, cree en la lealtad, práctico, más llamado a trabajar en equipo, pero sobre todo mucho menos retórico, general de ejercito y no de guerras idílicas. Este pretencioso perfil es muy importante a la hora de evaluar esa bolsa cubana que tantos pronostican.
Hace unos días El Convaleciente (no es peyorativo) pataleó con la pluma y volvió a sus retóricas andadas. Esto no es noticia. lo importante aquí es saber qué impacto tuvo, qué caso le hicieron. Parece que, aunque la nota pudiera llamar la atención y, en caso de que el artículo sea de su total autoría, el antes omnipresente comandante debe estar retorciéndose entre cama y sillón, pensando qué pudieran estar viendo en sus DVDs aquellos que recién lo compraron. Qué uso tendrán los celulares que se multiplican en manos isleñas, qué uso le darán a las nuevas computadoras, pero lo peor es pensar en cuáles serán las próximas medidas, porque la Espectativa no se ha cerrado .
No sé si las medidas serán estas o aquellas, lo que si sé es que la gente espera y, como quien tiene sed en el desierto, realidad e imaginacion se funden en la medida que las necesidades se mantienen. La tendencia secretista de un sistema que le cuesta enunciar nada fuera de metas, planes y denuncias antimperialistas, lleva a darle veracidad a cualquier bola difundida por el único medio no censurado por el gobierno: radio bemba, el boca a boca cubano que divulga casi con más celeridad que la red estatal.
Si hay una batalla hoy es por la espectativa creada ante tantas ideas acumuladas que no materializaron nada.